Cortes de uñas


Sí, se pueden cortar las uñas, pero es una práctica no deseada por casi ningún profesional, aunque puede hacerse en caso necesario y extremo. Consiste en la amputación de la última falange del gato donde nace la uña o en el corte de los ligamentos que hacen que el gato las extraiga, pero ambas son poco recomendables por lo que sufren a causa de un post-operatorio bastante doloroso que requiere la administración de analgésicos. Pensemos que son su única defensa en el mundo exterior y forman parte de su integridad física. Existen casos donde es irremediable y el veterinario nos aconsejará lo mejor. Está claro que para un animal al que no se le va a sacar de una vivienda en la ciudad, será menos traumático que para aquél que va al campo de vez en cuando. Por supuesto, el gato sin uñas está más indefenso que el resto en el mundo exterior. Eso habría que tenerlo muy en cuenta. Hay países donde esta práctica no está admitida.

Conviene, antes que eliminarlas, mantener las uñas cortas, si nuestro gato ya es adulto o no las desgasta. Si no nos sentimos capaces de cortarlas o el gato no nos deja, es mejor acudir al veterinario.